
El President Trump recientemente avalado un proyecto de ley llamado el “RAISE Act”, que fue redactado por dos senadores con la intención de “reducir la inmigración por la mitad”.
Hay muchas razones que generan incertidumbre respecto a políticas migratorias hoy en día, pero este proyecto de ley no es una de ellas.
Consideremos los hechos:
Solamente el Congreso de los Estados Unidos tiene el poder para cambiar el sistema actual de inmigración legal, el cual aloca aproximadamente 650,000 tarjetas verdes por año para unir familias. Un ciudadano estadounidense puede peticionar a un cónyuge, hijo/a, padre o madre, o incluso a un hermano/a para la obtención de una tarjeta de residencia. Un portador de tarjeta de residencia estadounidense puede peticionar a un cónyuge o un hijo/a soltero/a. Esto no debería de cambiar dentro de poco tiempo porque…
El RAISE Act no tiene los votos para ser aprobado en el Congreso. Por razones parlamentarias arcanas, el proyecto de ley más reciente para derogar Obamacare solo requería de 50 votos en el Senado, y aún así no pudo pasar ese obstáculo. Pasar un proyecto de ley para remodelar el sistema de inmigración legal requiere de una mayoría en la Cámara de Representantes (218 votos) y una súper mayoría en el Senado (60 votos). Ese nivel de apoyo es inimaginable para un proyecto de ley como este.
¡Pero no tiene que creerme a mi!
- Chuck Schumer, Líder de la Minoría del Senado (Demócrata, estado de Nueva York): Este proyecto de ley “no arrancará”. (Son 48 votos en el lado Demócrata — más que suficientes para bloquear un proyecto de ley que no puede perder más de 40 votos).
- Senador Lindsay Graham (Republicano de Carolina del Sur): “Si esta propuesta fuera a convertirse en ley, sería devastante para la economía de nuestro estado”. (Y Graham no es el único Republicano que se opondría).
- El Instituto Cato (“think tank” Libertario): “El proyecto de ley para cortar la inmigración legal no funcionará y no es una forma efectiva para negociar”.
En términos simples, el RAISE Act es un “proyecto mensaje” — un término que se escucha mucho en Washington DC — con la intención de enviar un mensaje político, no convertirse en ley.
Todos los hacen, tanto la izquierda como la derecha. Aquí hay un ejemplo de un proyecto de ley, avalado por Obama, para subir los impuestos a los cigarrillos para financiar educación pre-K. Aquí hay un ejemplo de un proyecto de ley Republicano para privatizar 3.3 millones de acres de tierras públicas. Gusten o no, estos proyectos son para tomar partido, no para cambiar la ley. Ni siquiera llegaron a un voto en el Congreso, porque nunca tuvieron suficiente apoyo para pasar ambas cámaras del Congreso — y tampoco lo tendrá un proyecto de ley para cortar la inmigración legal por la mitad.
Es por eso, aún con toda la atención que está teniendo, que el RAISE Act evoca otro término que se está escuchando mucho en la Capital del país: “muerto al llegar”.